Un denominador común de los distintos Conflictos del Agua en nuestro país es la ausencia de una necesaria información, participación y transparencia en la mayoría de obras hidráulicas. No basta proclamar el interés general para justificar una obra, hay también que demostrarlo a la sociedad. Ha quedado reflejado en este Congreso que, en muchas ocasiones, ese "interés general" es el interés de unos pocos.
Se pone de manifiesto la desigual implicación de las comunidades autónomas en los procesos de participación ciudadana. Tiene la Administración el deber de promover un cambio de mentalidad y superar las inercias del pasado. Son tiempos de proteger y los Medios de Comunicación son un instrumento fundamental. Debe propiciarse desde los poderes públicos un acercamiento de toda la sociedad al espíritu de la Directiva Marco del Agua de la unión europea, que no tiene otra finalidad que racionalizar los usos del agua y, en última instancia, proteger el Medio Ambiente.
Los movimientos sociales contrarios a la actual política del agua no solo encuentran todas las dificultades en el proceso de información y debate; sino que los promotores de los proyectos recurren constantemente a la estrategia de descrédito y difamación de las organizaciones críticas, como fórmula de evitar la confrontación sobre la necesidad, el coste, o el impacto real de las obras.
RESUMEN DE NUESTRA PONENCIA
UNA NUEVA VUELTA DE TUERCA A LA DEGRADACIÓN DEL RÍO NAVIA
El río Navia sufre un proceso de deterioro que arrastra desde hace ya muchos años. Desde la construcción sucesiva de embalses, el siglo pasado, fueron asentándose en sus riberas industrias que provocan una degradación y contaminación crecientes.
El empobrecimiento del Bajo Navia está determinado por el funcionamiento arbitrario del embalse de Arbón, que no respeta caudales ecológicos, regula caudales a conveniencia de la industria papelera y mantiene niveles próximos al 90% de su capacidad, hecho éste que incrementa su peligrosidad.
El Trasvase en ejecución no es otra cosa que un elemento más que se añade y que, sin una gestión integral desde el punto de vista la protección del propio río, se afianza y perpetúa un entramado que no tiene en cuenta al propio río y que lo deja permanentemente en la indefensión.
Salvemos los territorios del Bajo Navia.
SALTERNAVIA
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