jueves, 8 de noviembre de 2012

El oro de Tapia, herencia envenenada


El Ejecutivo de Javier Fernández debe decidir antes de final de año sobre el estudio de impacto ambiental de la mina, un proyecto que agilizó de forma notable el anterior Gobierno casquista.

El entorno de los lagos de Silva, bajo el que se halla el yacimiento aurífero.
El entorno de los lagos de Silva, bajo el que se halla el yacimiento aurífero. tania cascudo

El polémico proyecto para explotar el yacimiento aurífero de Salave (Tapia) se enfrenta en las próximas semanas a su prueba de fuego. El Principado tiene de plazo límite hasta el 18 de diciembre para resolver el estudio de impacto ambiental del proyecto y del sentido de dicha resolución dependerá que la empresa Astur Gold desarrolle o no su plan minero en el concejo.

El fugaz gobierno de Francisco Álvarez-Cascos (Foro) resolvió con rapidez algunas peticiones de la compañía, pero ha vuelto a dejar en manos de un gobierno socialista (en este caso, el encabezado por Javier Fernández) la decisión final sobre la puesta en marcha de la mina de oro. Hace siete años, el Ejecutivo regional del también socialista Álvarez Areces tuvo que pronunciarse y frenó el proyecto de entonces, de la empresa Río Narcea, para explotar el oro mediante una mina a cielo abierto. Su decisión, respaldada por un amplio rechazo social y político al proyecto, se basaba en la incompatibilidad de la mina con la legalidad urbanística de la zona.

Después de Río Narcea entró en escena Exploraciones Mineras del Cantábrico y en 2010 se sumó al puzzle del oro la canadiense Dagilev Capital Corporation, que adquirió Exploraciones Mineras del Cantábrico y se presentó en Tapia bajo el nombre de Astur Gold. Pasaron del cielo abierto inicial a una explotación mixta hasta dar con el proyecto actual, que plantea una explotación por interior del yacimiento de Salave. Astur Gold se instaló en Tapia y comenzó a hacer una campaña de información y difusión mucho más activa en el territorio.

Dos años después, en un contexto de crisis económica, la empresa ha logrado vencer la férrea oposición inicial al proyecto. Actualmente son muchos los que defienden la iniciativa minera como la única solución a la recesión en la comarca y están agrupados en la plataforma «Trabajo ya, mina sí» -que celebrará su primera manifestación pública este domingo-. La oposición también sigue activa y se canaliza a través de la plataforma «Oro No».

En los primeros meses en Tapia y bajo el gobierno de Álvarez Areces, Astur Gold comenzó a tramitar sus permiso, aunque con escaso éxito. El triunfo electoral de Foro Asturias en mayo de 2011 cambió radicalmente la situación, de manera que en diciembre de 2011 la minera recibió la primera autorización del ejecutivo casquista, en este caso, para realizar sondeos mineros (que había solicitado en octubre de 2010).

Durante el periodo de Cascos Astur Gold tramitó la segunda y la tercera tanda de sondeos. La primera y la segunda suman 22 agujeros y tenían por objetivo analizar el terreno sobre el que está previsto construir la galería subterránea. La tercera tanda, en cambio, incluye diez sondeos, destinados a conocer la parte más profunda del yacimiento. La primera está parada por orden del Ayuntamiento -lo que desencadenó la recusación del Alcalde por parte de la oposición y generó una crisis política que a punto estuvo por dar al traste el gobierno municipal de Alternativa por Tapia y PSOE-, en tanto que la segunda y tercera tanda están pendientes de autorización.

Sin duda, el trámite más importante cursado durante el gobierno de Foro Asturias es el del estudio de impacto ambiental del proyecto. En enero de este año el Principado abrió la fase de consultas previas. El 23 de abril Fomento reclamó el estudio de impacto ambiental y el 1 de junio se publicó en el «Boletín Oficial del Principado de Asturias» (BOPA) la información pública del estudio. Aunque entonces gobernaba ya Javier Fernández, se trata de una resolución adoptada el 23 de mayo por el ejecutivo casquista en funciones.

Los avances del proyecto en la época de Foro no se limitan a los sondeos, sino que también se iniciaron los trámites del permiso de investigación «Sallave», que tiene por objeto ampliar la concesión minera hacia suelo de Castropol y El Franco. El ejecutivo de Cascos dio luz verde, asimismo, a la pretensión de Astur Gold de hacerse con las denominadas «demasías» -el nombre técnico que se le da a los espacios libres de derechos mineros que existen en una cuadrícula minera-, lo que le permitió a la empresa sumar 253 hectáreas: pasó de 433 a 686. Esta resolución data del 14 de mayo, también con el ejecutivo casquista en funciones.

Así que cuando Javier Fernández se hizo cargo del gobierno el pasado 26 de mayo heredó un conglomerado de trámites pendientes de resolver y que marcarán el futuro de Tapia. Los socialistas tienen, por tanto, una patata caliente en sus manos, que no es plato de buen gusto. Explican que se enfrenta a la situación con «un escrupuloso respeto por la legalidad, por los derechos que asisten a las partes enfrentadas y con las exigencias medioambientales de nuestro ordenamiento».

La posición del resto de grupos con representación en la Junta es diversa. Foro Asturias no ha respondido a la petición de este periódico para conocer su opinión, aunque su gestión al frente del gobierno regional no deja lugar a dudas. Desde el PP se muestran favorables, si bien piden una tramitación escrupulosa que no perjudique a Tapia. Del otro lado están UPyD, que considera que la mina no encaja en el modelo de desarrollo de Asturias porque compromete otros sectores, e IU, que desde el primer momento ha mostrado un rechazo absoluto a la iniciativa minera.