lunes, 30 de julio de 2012

Desaparecen casi totalmente las laminarias del Cantábrico


Coincide perfectamente en el tiempo. Pescadores, submarinistas y agentes de Medio Ambiente vienen observando en los últimos años la misteriosa desaparición de diversas especies de algas de los fondos marinos del Cantábrico. La más abundante (y la más importante), la laminaria, se acumulaba  por toneladas en playas y calas en los días posteriores a cualquier temporal de mar. Pero ahora ya casi no quedan laminarias.

 De gran importancia para el ecosistema, su desaparición ya se está haciendo notar en la costa. Numerosas especies dependen de su presencia, desde la pulga de mar, que se alimenta de algas y forma parte de la cadena trófica, pasando por crustáceos y moluscos que anidan en su raíz, equinodermos, como el erizo de mar, que se alimenta precisamente de ellas y alcanzando también a las especies costeras más apreciadas como el pulpo, la nécora, la maragota o la lubina, que la utilizan de despensa y refugio. Desaparece también el fucus, que cubría una gran superficie de rocas de la zona intermareal costera y de los estuarios, denominado comúnmente "marfoyo", cuyas funciones en el medio son similares a las de las laminarias. En la ría de Navia tenemos un ejemplo palpable, pues ya casi no quedan algas.

La observación de este fenómeno se achacaba hasta ahora a la contaminación marina, sobre todo en el Occidente de Asturias, pero esta investigación lo atribuye a la subida de la temperatura del agua (cambio climático). Es una noticia que, dada la gravedad del problema, debería involucrar conjuntamente a los gobiernos y a la comunidad científica en la salvación de los recursos costeros. Las repoblaciones, a las que tanto se suele recurrir, probablemente no serán la solución.

 Las algas son de una importancia capital. Son los árboles del mar.

viernes, 6 de julio de 2012

Medio Ambiente frena el proyecto de Suarna


La empresa Saltos del Navia lleva años  persistiendo en  el aprovechamiento hidroeléctrico del río Navia que afecta al concejo de Ibias en  Asturias y Fonsagrada y Navia de Suarna en Galicia

La Coordinadora Ecoloxista d’Asturies se alegra de que por fin se haya atendido nuestras alegaciones por parte del Ministerio de Medio Ambiente presentadas al  ultimo  proyecto para el Salto del Gran Suarna para construir un embalse en el río Navia, un proyecto que esta abierto desde 1951 y haya emitida una declaración ambiental negativa tras el periodo de alegaciones.

La empresa Saltos del Navia lleva años  persistiendo en  el aprovechamiento hidroeléctrico del río Navia que afecta al concejo de Ibias en  Asturias y Fonsagrada y Navia de Suarna en Galicia contra el que la Coordinadora lleva trabajando varias décadas.

Este viejo proyecto contra el que llevamos años trabajando, que afectaría a una zona fronteriza con Galicia, no ha tenido nunca la oposición  del Gobierno Asturiano del PSOE ni del Ayuntamiento de Ibias. Mientras que los diferentes gobiernos  Gallegos (Xunta de Galicia, Parlamento Gallego, Diputación de Lugo, Ayuntamientos Navia de Suarna y Fonsagrada) se había manifestado en varias ocasiones contra de dicho proyecto, presentado también sugerencias al Ministerio en este mismo sentido como también hicimos desde la Coordinadora Ecoloxista y otras muchas entidades asturianas.

            La cuenca del Navia asturiano viene padeciendo desde hace años la presión de las empresas eléctricas sobre el aprovechamiento de sus recursos, ya tiene 3 grandes embalses (Salime con 266 Hm2, Doiras con 119 Hm3 y   Arbon con 38 Hm3) y además de este proyecto tienen también solicitudes para realizar embalses en su afluente el Agueria.

Este proyecto recuperado en varias ocasiones y con diversas modificaciones,  ha iniciado su tramitación ambiental  pública, pretende realizar una presa con una cota de 286 metros y una capacidad de 123 Hm3 con una cuenca aprovechada de 1065 Km2 y una central que iría ubicada en la margen izquierda río Suarna en terrenos de Fonsagrada-Lugo.

 Un nuevo embalse resulta inaceptable por el fuerte impacto que supone para esas zonas y sus gentes que intentan vivir del aprovechamiento agro-ganadero y de la actividad turística que tiene como referencia el paisaje que desaparecería con estos proyectos.

La  construcción de los embalses lleva diversos impactos significativos:

- Anegación de  las tierras, en esta caso protegidas dentro de un LIC como es el de los Ancares - Courel.

- Alteración  del territorio, su morfología y paisaje.

- Reduce la diversidad biológica, destrucción del ecosistema protegido,  dificulta la emigración de los peces,  impide el transporte de elementos nutritivos aguas abajo, disminuye el caudal de los ríos.

- Nos sigue convirtiendo en reserva energética, cuando tanto Asturias como Galicia somos exportadores  de energía eléctrica  a pesar de ser grandes consumidores, esta exportación de energía es a cuenta del paisaje y la salud del paisanaje.

- Supondría la destrucción irreversible por la presa y la canalización junto a las alteraciones del régimen de flujos de superficies de hábitat de conservación prioritaria dentro de la Unión Europea (Directiva 92/43/CEE del Consejo relativa a la conservación de habitas naturales) no podemos olvidar que la zona esta declarada Lugar de Interés Comunitario está incluida dentro de la Reserva de la Biosfera Río Eo, Oscos y Terras de Burón.
Esperemos que  de una vez se cancelen también los otros proyectos de nuevos embalses en el rió Navia y sus afluentes como los previstos en el rió Agueria en los Oscos, donde se esta tramitando el aprovechamiento hidroeléctrico del rió  mediante los saltos de; Pelorde (10 hectómetros),  Magadan (3,6 hectómetros) y  Mon (1,8 hectómetros)  afectarían a una superficie de 4 Km. de valles.
Coordinadora Ecoloxista d’Asturies

La noticia en El País: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/07/06/actualidad/1341578689_685981.html

Es cuando menos curioso que, tratándose de un río que discurre por ambas comunidades, se defienda más en Galicia que en Asturias:
 http://www.elcomercio.es/v/20120707/occidente/ecologistas-lamentan-escasa-oposicion-20120707.html