viernes, 7 de agosto de 2009

¿Recuperar el salmón en el Navia? Sí, gracias

Lne.es - Jueves 06 de agosto de 2009


Es necesario reconvertir la obsoleta presa de Arbón y pensar en su clausura

DELFÍN PUENTE - PRESIDENTE DE LA REAL ASOCIACIÓN ASTURIANA DE PESCA FLUVIAL

En los últimos días de julio del presente año, poco antes de finalizar la campaña de pesca de 2009, La Nueva España publicaba una interesante noticia en la sección de «Occidente» que daba cuenta de un presunto proyecto de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico dirigido a la recuperación del salmón atlántico en el río Navia, para cual, según parece y reza en la misma información, dicho organismo tiene la intención de construir una «estación de alevinaje y hasta se proponía construir un ascensor para salvar la altura del salto de Arbón (?)», iniciativa que apoya con firmeza el alcalde de Navia, el socialista Ignacio García Palacios.

Aunque sea sólo en clave de rumor, a la Real Asociación Asturiana de Pesca Fluvial el presunto proyecto le parece una noticia de profundo calado, aunque a primera vista nazca con un planteamiento totalmente equivocado. Como decimos, nada se sabe de las intenciones del organismo de cuenca con respecto a la recuperación ambiental del río Navia, cosa que, sin embargo, no ha sido así con relación a la planificación llevada a cabo para el río Sella, en la que se anunciaron cuantiosas inversiones que, a día de hoy, están generando diversa controversia entre algunos empresarios de la zona.

Cuando se pretende levantar un edificio, lo primero que hay que hacer es estudiar convenientemente el suelo para determinar qué tipo de cimentación es necesario construir con objeto de conseguir que la estructura se mantenga perenne en el tiempo. Es lo que los expertos denominan estudios geotécnicos. ¿Qué quiere decir esto? Pues muy sencillo: que los edificios se comienzan por los cimientos, no por el tejado. Aquí parece estar sucediendo lo contrario: se pretende construir el tejado, personalizado en una estación de alevinaje, antes que iniciar el proyecto dotándolo de una buena y sólida cimentación, que sería, precisamente, la reconversión, clausura y/o demolición previa de la presa de Arbón.

La solución técnica basada en la instalación de un ascensor no es la más adecuada porque, en principio, no plantea la modificación estructural de la presa de Arbón a salvar, la cual, en caso de no ser decidida su demolición, debería ser rebajada en 20 metros como mínimo para que la curva de remanso del embalse se reduzca adecuadamente y permita que el río vuelva a adquirir una parte de su geomorfología natural en la zona comprendida entre la cola del vaso y el pie de la presa de Doiras. Nadie quiere que los salmones se queden estabulados en una masa ingente de agua sin posibilidad alguna de poder pescarlos a la manera tradicional, es decir, desde las orillas del río, sin necesidad de recurrir a una embarcación, que es el medio de transporte al que han sido condenados desde 1964 los habitantes de la comarca. Los errores cometidos en épocas pasadas es obligado corregirlos en la actualidad, pero para ello hay que tener voluntad política de hacerlo.

Por eso, para abordar un proyecto de tal naturaleza, que como decimos sería aplaudido hasta la extenuación por la Real Asociación Asturiana de Pesca Fluvial, cualquier técnico medianamente avispado lo primero que tendría que hacer es «geología de chigre», es decir, acudir al campo y preguntarle a los hermanos Almeida, a Gayol, a José Antonio Sánchez, a los hermanos Feito, a Alejandro Pérez y a otros muchos más extraordinarios pescadores de salmón, que conocen al río Navia como la niña de sus propios ojos, algunos de los cuales como Juan Almeida trabajaron en la construcción de la presa de Arbón, para que aporten su importantísima opinión en este asunto, que, lo aseguramos, se la van a ofrecer de forma desinteresada. Después adopten la solución que más les convenga, pero no se olviden de una cosa: Arbón es una presa obsoleta, peligrosa y medioambientalmente insostenible. Y no nos pregunten por qué, puesto que ya lo saben perfectamente. Ésa es la razón por la que la Real Asociación Asturiana de Pesca Fluvial se concentra todos los años delante de la presa de Arbón el sábado anterior a la apertura de la pesca en el río Navia, porque considera que, en el siglo XXI, es técnica, económica y ambientalmente posible su reconversión y posterior clausura. Sólo de esta forma el río Navia volvería a ser en su tramo más bajo un río como la historia geológica hizo posible hace millones de años. Lo demás será palabrería barata a la que habría que premiar con una sonora pita. ¡Arbón, reconversión; agua, sí; salmones, también!