Fuente: ElComercioDigital
Situada entre la villa y el mar y alimentada por filtraciones a través de la escollera, la poza de Navia es quizá uno de los humedales costeros más pequeños, pero no por eso deja de cumplir su importante papel de filtro y estabilizador de arenales, además de ser el refugio de una importante población de aves y servir de zona de baño para los naviegos.
Hoy en día, la poza está a punto de desaparecer por la espectacular proliferación del alga marina 'Ulva lactuca', comúnmente conocida como lechuga de mar, que la cubre casi en su totalidad.
«Este hábitat se encuentra en un estado de degradación sin precedentes», señaló la bióloga Nana Montañés de las Heras, que afirmó que «es urgente la prohibición de baños en la zona como medida cautelar».
Para Montañés, «esta explosión de algas puede responder a los impactos causados por actividades humanas e industriales que producen un exceso de nutrientes y sustancias tóxicas».
Malos olores
«Al acumularse gran cantidad de materia orgánica como consecuencia de la muerte de estas algas, se produce una demanda de oxígeno que provoca la desaparición de aquellos organismos que lo necesitan, generando la proliferación de organismos anaerobios (fundamentalmente, bacterias) y la emanación de malos olores», detalló la bióloga.
Además, Montañés señaló que «estas algas acumulan en sus células metales pesados como plomo, zinc, cadmio o mercurio, que, al morir, quedan liberados en el fango y pueden pasar a la cadena alimentaria, causando graves problemas para la salud humana».
Por ello, Salternavia, la plataforma en defensa del Bajo Navia, exige «un plan de mejoras ambientales para terminar con la grave contaminación de la poza».
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario