Nosotros no podemos dudar de la honradez y honoradibilidad de Luis Laria, director del CEPESMA, pero creemos que se equivoca en señalar como posibles causas de la mortandad de miles de peces a un par de nutrias. Suponemos que, de una forma honesta, quiso encontrar una explicación e introdujo las nutrias. De que hay nutrias en el río hay testigos todos los días.
En cuanto al "choque osmótico", de ser cierto sólo sería posible en el caso de que estos peces fueran cercados con agua dulce en el amplio remanso de la vega de Coaña, porque en los remansos persiste la salinidad antes de ser disuelta por el chorro que pasa por el cauce principal. Podría haberse dado la circunstancia de que, por cercanía, hubieran buscado el refugio en este remanso antes de ser definitivamente cercados por el agua dulce. Esto sólo es posible si se da la circunstancia de un desembalse violento de Arbón. Sabemos que Arbón desembalsa sin criterio, arbitrariamente, en función de sus propios intereses y sin considerar en absoluto las necesidades del río. Sólo en el supuesto de un suelta de Arbón, a nuestro parecer, podría haberse desencadenado el desastre.
Como conocedores del medio, no podemos creer que miles de peces huyan despavoridos por la presencia de dos nutrias. En cualquier caso creemos que detrás de todo esto está la mano del hombre. Creemos también que hay que profundizar en el asunto y no conformarse con demonizar a un par de nutrias.
No podemos descartar que la causa de la mortandad sea un vertido, sin un análisis toxicológico en profundidad.
Exigimos a las autoridades competentes un informe riguroso, con luz y taquígrafos, sobre la causa de estas muertes. Es obligación de la administración informar a los ciudadanos sobre las causas de este nuevo desastre medioambiental en la ría de Navia, y la plataforma Salternavia seguirá atenta al desarrollo de los acontecimientos.
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