Coincide perfectamente en el tiempo. Pescadores, submarinistas y agentes de Medio Ambiente vienen observando en los últimos años la misteriosa desaparición de diversas especies de algas de los fondos marinos del Cantábrico. La más abundante (y la más importante), la laminaria, se acumulaba por toneladas en playas y calas en los días posteriores a cualquier temporal de mar. Pero ahora ya casi no quedan laminarias.
De gran importancia para el ecosistema, su desaparición ya se está haciendo notar en la costa. Numerosas especies dependen de su presencia, desde la pulga de mar, que se alimenta de algas y forma parte de la cadena trófica, pasando por crustáceos y moluscos que anidan en su raíz, equinodermos, como el erizo de mar, que se alimenta precisamente de ellas y alcanzando también a las especies costeras más apreciadas como el pulpo, la nécora, la maragota o la lubina, que la utilizan de despensa y refugio. Desaparece también el fucus, que cubría una gran superficie de rocas de la zona intermareal costera y de los estuarios, denominado comúnmente "marfoyo", cuyas funciones en el medio son similares a las de las laminarias. En la ría de Navia tenemos un ejemplo palpable, pues ya casi no quedan algas.
La observación de este fenómeno se achacaba hasta ahora a la contaminación marina, sobre todo en el Occidente de Asturias, pero esta investigación lo atribuye a la subida de la temperatura del agua (cambio climático). Es una noticia que, dada la gravedad del problema, debería involucrar conjuntamente a los gobiernos y a la comunidad científica en la salvación de los recursos costeros. Las repoblaciones, a las que tanto se suele recurrir, probablemente no serán la solución.
Las algas son de una importancia capital. Son los árboles del mar.
Las algas son de una importancia capital. Son los árboles del mar.
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